Las
Sagas
- La Saga Völsunga
(La Saga de los Volsungos)
- La Saga de Njal
- La Saga de Grettir
- La Saga de Gunnlaug (Gunnalaugssaaga Ormstungu)
- Yglingassaga
(La Saga de los Yglingos)
- Egilssaga
(La Saga de Egil Skallagrimsson)
- Bandamanna Saga (la Saga de los Conjurados)
- Viga-Glúms Saga (La Saga de Viga Glúm)
- La Laxdoela Saga (Historia de los Hombres de Laxarldalr)
- Hávarthasaga (historia de Hávathar)
- Svarffathardalsaga (Historia de los Hombres de
Svarffathardal)
- Eirikssaga Rautha (Historia del Erik el Rojo)
- Fostbroethrasaga (Historia de los Hermanos de Leche)
¿Qué son las Sagas?
En la antigüedad escandinava se llamaba saga a las pequeñas
leyendas sobre seres heroicos, mitológicos, etc., como
las que de hecho aparecen en las Eddas. Sin embargo, en el
siglo XIII apareció en Islandia un género literario
al que se aplicó la misma denominación y que
no tiene prácticamente relación directa con
aquellas antiguas leyendas: la saga propiamente dicha.
La palabra islandesa saga quiere decir "lo
dicho, lo contado". En general, podríamos traducirla
por "narración" y así se puede aplicar
también a las historias narrativas escritas en Islandia
y Noruega sobre los reyes de este último país.
Sin embargo, el sentido fundamental del término ha
pasado a referirse fundamentalmente a un tipo determinado
de obra literaria que se produjo en Islandia entre los siglos
XIII y XIV, aunque hay epígonos posteriores.
Los estudiosos clasifican las sagas en varios tipos; el principal
de ellos es el de las Sagas Islandesas. Otras son las
sagas históricas, las caballerescas, las de obispos,
las de santos... Nos limitaremos a considerar aquí
las de islandeses.
Definir lo que son las sagas es a la vez sencillo
y extremadamente complejo. Porque existe una considerable
diversidad: tenemos dentro del mismo grupo de sagas
de islandeses, algunas de carácter fundamentalmente
histórico, mientras que otras unen a partes iguales
realidad histórica y ficción, las hay también
en que predomina lo ficticio e incluso algunas está
claro que son simples obras de ficción sin base histórica.
Sin embargo, en general podemos decir que una saga es una
narración, cuya acción transcurre en torno a
la época de la colonización de Islandia, hasta
la conversión del país al cristianismo, en torno
al año 1000 y en la que se cuenta la vida de un personaje
islandés.
Podríamos compararlas con novelas históricas
o con biografías noveladas. En unas y en otras, el
autor sitúa la acción en un tiempo pasado y,
asesorándose mediante libros de historia, biografías,
etc., hace una narración que puede ser completamente
inventada, aunque siempre haya algunos elementos de carácter
histórico. Los personajes, o el personaje principal,
pueden ser inventados también, o reales, en cuyo caso
el elemento histórico puede ser más o menos
importante, incluso hasta predominar con claridad. Lo mismo
sucedía con las sagas, tanto por la forma en que trabaja
el autor como por su propio carácter literario.
Los personajes pueden ser muy diversos, aunque predominan
los poetas, como Gunnlaug Lengua de Víbora, o los guerreros
vikingos, aunque muchas veces un vikingo era a la vez importante
poeta, como Egil Skallagrimsson, personaje importantísimo,
núcleo de la saga de su mismo nombre, y un poeta nunca
desdeñaba las hazañas guerreras, como el mismo
Gunnlaug. Pero también podía tratarse de simples
campesinos, jefes territoriales, etc.
¿Cómo y por qué se escribieron las
sagas?
Los islandeses siempre han sido aficionados a las historias
y siguen siéndolo. Desde los principios del país,
colonizado a partir del año 874, los islandeses gustaban
de componer historias en verso y, posiblemente, también
en prosa sobre personajes de la historia de su país,
especialmente de la época de la colonización.
Estas historias no se escribían, sino que tenían
carácter exclusivamente oral. Su función era
múltiple: por un lado servían de entretenimiento,
pero también guardaban los recuerdos históricos,
las genealogías de las familias, los hechos más
importantes que habían sucedido en el país,
en cada región y en cada una de sus familias principales;
servían así, en cierto modo, para mantener la
relación entre familias del mismo origen establecidas
en lugares distintos de la isla.
El proceso de creación de éstas sería,
según ellos:
Algunos personajes y algunas familias de especial importancia,
como la del vikingo y poeta Egil Skallagrimsson, contarían
con numerosas historias, que se transmitían oralmente.
En lugar de ser simples narraciones libres, que variaban cada
vez que se recitaban, llegaron a codificarse de manera que
el narrador las aprendía de memoria, al pie de la letra.
Para ello se ayudaban con algunas características del
estilo literario propias de la transmisión oral, como
las repeticiones, las fórmulas fijas, etc. Como no
podía menos de suceder, pese a los intentos de fidelidad
a la versión inicial, los errores de memoria o los
gustos del narrador podían producir variaciones, de
manera que la historia cambiaría según quien
la contara, aunque siempre dentro de unos márgenes
bastante estrechos.
Estas historias orales se conservarían entonces a
lo largo de varios siglos, pues suponemos que se originarían
poco después de la muerte de los personajes, si no
en vida de éstos.
Esto explicaría, aparentemente al menos, varias cosas.
En primer lugar, ciertos rasgos estilísticos de las
sagas, propios del lenguaje hablado y no del escrito; además,
la existencia de variaciones más o menos grandes entre
diversos manuscritos de las sagas. Finalmente, explicaría
el carácter histórico, al parecer muy considerable,
que podemos asignar a las sagas; este carácter histórico
llega hasta el extremo de que, por ejemplo, en una de las
más grandes sagas, la de Njál, se cuenta
la quema de la casa de uno de los principales personajes,
Gunnar de Hlidarendi, indicando cómo fue la lucha y
también dónde se produjo exactamente. Y, en
efecto, en los años 20 de este siglo, los arqueólogos
descubrieron en el lugar indicado los restos de una casa quemada
que coincidían con la descripción de la saga;
o la narración de la Saga de Erik el Rojo sobre los
asentamientos islandeses en Groenlandia, que se vio confirmada
por los hallazgos arqueológicos; justo donde tenían
que encontrarse se encontraron las cosas que se esperaban.
El caso extremo, en cierto modo, o el más llamativo,
es el de la narración de los viajes a Vinland (América
del Norte), en la misma Saga de Erik el Rojo: las descripciones
geográficas se han intentado identificar con el terreno
de la costa nordeste de Norteamérica y algunas observaciones
que en la saga se hacen sobre los indios parece coincidir
exactamente con las que aportaron viajeros europeos en los
siglos XVI y XVII: comidas extrañas, armas aún
más extrañas, costumbres como dormir bajo una
canoa volcada y otras muchas cosas aparecen en la saga y parece
que luego se han confirmado. Y hoy día parece que no
cabe duda de la presencia efímera de los groenlandeses
e islandeses en Norteamérica y algunos restos arqueológicos
encontrados en la zona es muy posible que sean de origen escandinavo.
Todo ello parece apuntar a una considerable fiabilidad histórica
en las sagas. Lo que, desde luego, no sería extraño
si las sagas no fueran sino historias contadas oralmente sin
modificación, prácticamente ni siquiera literal,
desde la época en que sucedieron los hechos.
La saga es, para los estudiosos partidarios de esta teoría,
un género oral puesto por escrito varios siglos después
de sucedidos los hechos; los escribas no hicieron más
que poner sobre pergamino las historias que les contaban.
Lo que explicaría, de paso, por qué las sagas
son anónimas.
Comenzó así una considerable actividad literaria
en lengua islandesa, en los géneros usuales de la época.
A veces traducciones, pero sobre todo creaciones propias,
y en todos los terrenos. Había historias del mundo
e historias de los países (por ejemplo la historia
de Britania de Beda el Venerable, bien conocida en Islandia)
y los islandeses quisieron escribir también su propia
historia. Como ésta era muy reciente, había
dos posibilidades: contar la breve historia de Islandia, especialmente
los sucesos que rodearon su descubrimiento y su colonización,
o narrar la historia de Noruega, país del que procedían
la mayor parte de los colonizadores; como la historia de un
país era la historia de sus gobernantes, de sus reyes,
la historia de Noruega, primer capítulo de la de Islandia,
se convirtió en las historias de los reyes de Noruega.
La Heimskringla es llamada así por
las primeras palabras del texto: "El círculo del
mundo...", heims kringla en islandés. Se trata,
para muchos, de la mejor obra de su estilo en el medievo europeo;
es un libro extenso, que trata las vidas de los reyes noruegos
desde sus orígenes míticos; su gran valor histórico
va parejo con su excepcional interés literario. Un
elemento que llama la atención en toda esta literatura
islandesa, incluida la obra de Snorri, es la ausencia, comparativamente
con las tradiciones del resto de Europa, de ingredientes fabulosos.
Los islandeses, realistas y pragmáticos, llevaban el
realismo a sus obras históricas, sometiendo sus fuentes
a una criba crítica y rechazando todo lo que parecía
increíble o improbable.
Lo más plausible parece ser el ver en todo
esto el origen de la saga: igual que se escribían
las vidas de los grandes personajes extranjeros, por ejemplo
de los reyes noruegos, se podían componer biografías
de los grandes personajes islandeses. Como en Islandia no
había nada que pudiera compararse directamente con
las aristocracias europeas, también escandinavas, había
que otorgar su grandeza al personaje en virtud de sus hechos.
Todo consistía, por tanto, en escribir vidas de islandeses
notables del mismo modo que se escribían las de extranjeros
destacados. Así, junto a las vidas de santos, de obispos
y reyes, aparecen las de islandeses.
Esto servía para poner de relieve la importancia
de la nación islandesa: un pueblo se medía entonces
por la grandeza de sus individualidades. Por otra
parte, en la época en que se escribieron las sagas,
había considerables tensiones con los reyes noruegos,
que deseaban convertir a la isla en simple estado vasallo,
privándola de su ya secular independencia. La lucha
contra los afanes expansionistas noruegos prosiguió
hasta la definitiva absorción en el siglo XIV y la
literatura servía también aquí de arma
política. En muchos thaettir, por ejemplo, y en algunas
sagas importantes también, encontramos claramente reflejado
el antagonismo noruego-islandés.
Las sagas de islandeses transcurren en la época heroica
de la isla, pero también hubo sagas de contemporáneos,
que trataban los acontecimientos de la misma época
de redacción o poco antes. No se trataba de simples
crónicas, sino de historias noveladas donde no sabemos
siempre qué es cierto y qué inventado. Es decir,
pese a la diferencia cronológica de su acción
con las sagas de islandeses en sentido propio, guardan con
éstas una estrechísima relación.
Podemos suponer que las sagas de islandeses se compusieron
como otras obras cultas de la época, no sólo
en Islandia: un autor, muy a menudo un monje, otras veces
alguien relacionado de algún modo con un monasterio,
otras veces un importante personaje político, escribía
"ex ovo" la historia de un personaje anterior, que
normalmente había sido antepasado suyo o, simplemente,
había vivido en su región o en aquella en la
que residía el autor. Para hacerlo utilizaba todas
las fuentes posibles. Sin duda, fuentes orales, no sólo
historias sino también recuerdos, anécdotas,
etc., transmitidas de generación en generación.
Pero también fuentes escritas: listas genealógicas,
los libros de la colonización, otras sagas y otras
historias: no podemos olvidar que la acción se sitúa
en época ya lejana para el autor, y que tenía
que asesorarse bien sobre los sucesos históricos. Con
todo ello y tras un proceso de crítica de las fuentes
en el que se rechazaba todo lo increíble para la época,
casi todo lo maravilloso y buena parte de lo fabuloso, se
redactaba la obra siguiendo un plan previo del autor. No se
trata, por tanto, de narraciones orales pasadas al pergamino,
sino de obras literarias escritas.
Esto nos obliga a plantearnos las cuestiones que parecía
explicar la teoría oral: el carácter histórico,
las variantes, el por qué del anonimato de sus autores,
etc.
En cuanto al carácter histórico de las sagas,
podemos distinguir dos cuestiones: en primer lugar cómo
explica la nueva teoría la indudable historicidad de
buena parte de las sagas; en segundo lugar, hasta dónde
llega realmente esa historicidad.
Desde luego, decir que las sagas no son simples plasmación
escrita de una tradición oral secular inalterada no
quiere decir que carezcan de todo valor histórico.
Porque, en último término, parte de las fuentes
utilizadas para escribirlas sí tienen ese carácter
secular inalterado al que nos hemos referido. Una parte de
la numerosísima información de carácter
histórico que se nos proporciona parece indudablemente
fiable, precisamente porque se apoya en fuentes anteriores.
Pero, al tratarse de obras creadas por un autor determinado
con fines sobre todo literarios, mucho más que históricos,
aparecerán también muchas cosas carentes de
realidad histórica.
Así, en numerosas sagas, entre ellas la de Gunnlaug
Lengua de Víbora, encontramos temas, motivos y personajes
sospechosamente repetidos: el joven que debe viajar al extranjero
a fin de hacer méritos para casarse con su amada, y
que es engañado por un amigo que se convertirá
en marido de aquella; la lucha singular con un berserk amenazante;
se trata de dos motivos que aparecen en sagas aparentemente
no relacionadas entre sí. El primero de ellos, para
poner sólo ese ejemplo, reaparece en varias vidas de
poetas y parece que se ha convertido en tema literario obligado
para este subtipo especial de sagas.
En estas condiciones, parece que una parte al menos de los
hechos que se narran en las sagas no son históricamente
ciertos. El autor podría inventarse aventuras, peripecias,
personajes, pero también podía tomarlos prestados
de otras sagas u otras bras literarias o simplemente de las
convenciones literarias de la época. Un ejemplo claro
de todo esto es la aparición de los poemas escáldicos
en las sagas. En el prólogo a su Heimskringla, Snorri
explicaba que una de las fuentes más importantes y
más fiables para conseguir información histórica
veraz y objetiva eran las composiciones de los escaldas o
poetas cortesanos. Decía Snorri que, como los poemas
se recitaban públicamente en presencia del rey y de
su corte, era impensable que en ellos se narraran hazañas
inexistentes o que se exagerara demasiado, porque ello se
consideraría burla y no alabanza.
Estos poemas escáldicos nacieron hacia el siglo VIII
y IX y, como ya hemos dicho, se convirtieron con el tiempo
en casi monopolio islandés. Se transmitían oralmente,
lo que se veía muy facilitado por su misma estructura
métrica estricta y con aliteración, rimas internas
y en ocasiones externas, utilización de paráfrasis
muy complejas, especie de metáforas llamadas
"kenning" y una sintaxis y, en general,
una dicción poética muy peculiares. En Islandia,
este tipo de poesía se resistió durante mucho
tiempo a la influencia de la poesía de origen e inspiración
europea continental y llegó a utilizarse incluso para
la composición de obras de carácter cristiano.
Prácticamente sin modificación de ningún
tipo, estos poemas se conservaron hasta que, en la época
de creación de las sagas, pasaron a fijarse por escrito.
Su valor histórico es, por tanto, elevado y las observaciones
de Snorri parecen hoy todavía válidas en buena
parte.
Prácticamente casi todas las sagas incluyen poemas
escálidicos para glosar situaciones, hazañas,
etc. Se trata de un resto de su origen como derivación
de las obras de carácter historiográfico. En
general, se considera que la aparición de esas composiciones
son una especie de garantía de por los menos una buena
parte del contenido de las sagas.
Sin embargo, la cuestión no es tan sencilla. Porque
se ha podido demostrar que algunas de las composiciones que
aparecen son falsas: en unos casos se trata de falsas atribuciones,
por ejemplo a Gunnlaug Lengua de Víbora se le atribuyen
algunos poemas de otro escalda anterior, al que también
se le dedicó una saga, redactada antes de la de Gunnlaug:
Kormak. En otros casos se trata posiblemente de poemas compuestos
para la ocasión por el mismo autor de la saga; es le
caso, entre otros, de algunos poemas que se dice, en la Saga
de Egil Skallagrimsson, que fueron compuestos por su autor
a los tres años de edad. Igual que el escritor contemporáneo
de novelas históricas puede inventarse documentos,
libros y demás, el autor medieval de la saga podía
inventarse, si lo consideraba útil o conveniente, alguna
estrofa escáldica para dar así un tono más
histórico a su narración.
Por otra parte, aunque la cronología de las sagas
no está del todo clara, parece que las primeras contenían
un número mucho mayor de estrofas escáldicas
y que, según pasaba el tiempo, éstas iban siendo
menos numerosas, hasta llegar a la composición de sagas
que, como la de Hrafnkel, no tenían ninguna o bien
otras sagas como la de Njál, que tenían muy
pocas. Es decir, parece que según fue pasando el tiempo
predominó cada vez más claramente el elemento
de ficción y fue perdiendo importancia el aspecto histórico.
Esto sería una evolución lógica a partir
del origen de las obras de carácter historiográfico:
las sagas empiezan como historias noveladas para acabar prácticamente
en novelas de ambiente histórico.
(Leer Sagas II)
Fuentes:
Texto basado en prefacio de Enrique Bernárdez a "Textos
mitológicos de las Eddas" · Libros de los
Malos Tiempos · Ed. Miraguano
Literaturas Germánicas Medievales, Jorge Luis Borges,
Alianza Editorial
Völuspá - "Textos mitológicos de las
Eddas"
Libros de los Malos Tiempos · Ed. Miraguano, sobre
Völuspá. Sigurdur Nordal gaf út. Reykjavík,
Helfell, 1952. |